Actividades gratuitas se desarrollan en Liceo Siete de Providencia.
Cristóbal tiene 13 años, vive y estudia en Providencia. Acaba de terminar su enseñanza básica en el colegio Mercedes Marín y ya está matriculado en primero medio en el Liceo Polivalente Arturo Alessandri Palma. En diciembre supo que se podía inscribir en la Academia de Verano 2016 y decidió hacerlo para no aburrirse en casa. Está feliz pues "me entretengo mucho, me encanta el fútbol y el básquetbol y acá lo puedo practicar todos los días. Además hay muchos otros talleres súper interesantes".
Cristóbal (polera negra) junto a sus nuevos amigos en un taller de deporte
Como él, hay 290 estudiantes – casi la mitad de colegios municipales de la comuna – que están disfrutando de unas vacaciones inolvidables y sin ningún costo, pues esta iniciativa es fruto de un convenio entre la Fundación Consejo de Curso, la Corporación de Desarrollo Social de Providencia y el Liceo Siete de Niñas.
La academia funciona desde el 18 de enero hasta el 5 de febrero de 2016. Sus participantes provienen de toda la Región Metropolitana y pueden disfrutar de diversos talleres recreativos, culturales, científicos, artísticos y deportivos.
Hasta el año pasado la academia se desarrollaba solo en la comuna de Santiago, principalmente en el Instituto Nacional, pero este verano sus organizadores decidieron experimentar en Providencia. "Buscamos tomar niños motivados que quieran seguir aprendiendo en las vacaciones y aumentar su creatividad, que les guste conocer nuevos amigos y deseen seguir aprendiendo el resto del año", señala el director de la Fundación Consejo de Curso, Sebastián Marambio.
Fundación Consejo de Curso y Liceo Siete de Niñas firman convenio para desarrollar la Academia de Verano 2016
Por su parte, el director del Liceo Siete de Niñas, Cristián Núñez, valora positivamente su rol de anfitrión. Afirma que "esta academia marca el inicio de entender al colegio como un territorio donde se hace ciudadanía, se convive y no sólo se educa". Destaca que es primera vez que su establecimiento abre las puertas a la comunidad durante la época estival.
Tal como afirma el director de educación de Providencia, Mariano Rosenzvaig, la academia viene a "diversificar los proyectos y programas que nosotros trabajamos, siempre buscando nuevas formas para demostrar que, desde el servicio educativo se pueden abarcar múltiples espacios de desarrollo para los jóvenes". Destaca que este proyecto permite dar continuidad al proceso formativo de los estudiantes y no tener un corte de casi doce semanas durante las vacaciones, que tienen un efecto de "desaprendizaje" bastante importante. En contraposición, afirma que en estas tres semanas los niños, niñas y adolescentes acceden a una serie de contenidos que responden a una lógica bastante distinta al modelo académico tradicional, con un acercamiento a diversas disciplinas –muchas de ellas totalmente nuevas- que les permitirán enfrentar en mejores condiciones el año que se inicia.
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